Ante todo, la seguridad del buceador es más importante que cualquier otra cosa en el buceo – es primordial. Por tanto, nuestra prioridad es siempre la seguridad del buceador, así que en la formación y orientación de los buceadores en la toma de decisiones, la primera pregunta que debemos hacernos como profesionales es cómo puede afectar razonablemente una decisión al riesgo del buceador. Hablando francamente, casi todas las decisiones que tomamos como profesionales del buceo tienen un elemento de gestión del riesgo. Como instructor de buceo, operador de embarcación, divemaster u otro profesional relacionado con el buceo, lo haces de forma rutinaria – evaluando las condiciones, las capacidades y la experiencia de los buceadores y del equipo de instrucción, verificando los estándares, comprobando el equipo, etc. Tales decisiones requieren una consideración decidida de cómo pueden afectar a la seguridad. Es importante reconocerlo porque, aunque la gestión del riesgo es obvia con algunas decisiones, con otras puede no serlo.
Como ejemplo, utilicemos un sitio de buceo habitual desde la orilla con el que estés familiarizado. En tu evaluación preinmersión, siempre compruebas el oleaje, la corriente, la visibilidad y sabes exactamente lo que estás viendo. Tienes un procedimiento operativo estándar. Supón que un día ha llovido inusualmente fuerte la noche anterior, dejando la cuesta que baja al sitio resbaladiza y con barro. No es algo a lo que suelas prestar atención, pero la decisión de que los alumnos bajen por ella podría tener consecuencias. El sitio ha cambiado, lo que hace más probable que un alumno (o tú) pueda resbalar y caerse mientras transporta o lleva puesto el equipo. Sería importante que intentaras mitigar este riesgo en tus instrucciones y planteamiento sobre el acceso al sitio. La cuestión es que al comprender que cada decisión tiene un elemento de riesgo que gestionar, te das cuenta y planificas en consecuencia para reducir el riesgo.
La gestión del riesgo también es imprescindible cuando tomas decisiones para ti mismo o para tu personal. Sin duda, gracias a nuestra formación, criterio y experiencia, buceamos en condiciones, utilizamos equipos o asumimos tareas inadecuadas para los principiantes del buceo sin exponernos nosotros mismos a un riesgo añadido irrazonable. Pero hay un límite – algo a tener en cuenta especialmente cuando puede ser tentador asumir más riesgo por ti mismo.
Consecuencias Imprevistas
Las decisiones pueden tener consecuencias imprevistas si no se piensan hasta el final, así que es importante mirar más allá de lo obvio. Reconocer que cada decisión tiene un elemento de gestión del riesgo puede ayudar a mitigarlo, porque te incita a seguir pensando las cosas en un modo de vigilancia activa. Ciertas decisiones de gestión de riesgos no deben ser nunca decisiones. Esto incluye seguir las prácticas aceptadas de buceo seguro, aplicar un juicio conservador, seguir los estándares y no tomar atajos. Tu deber es tomar decisiones de gestión de riesgos sobre cómo aplicarlas de forma conservadora en una situación – pero no si hacerlas. La única decisión aquí es decidir hacer todo lo que sabes que debes hacer, siempre, como PADI Pro. Hazlo en el contexto de tu propia experiencia y formación, de la capacidad y experiencia de los buceadores a los que supervisas, de los estándares de entrenamiento de la comunidad y de PADI, y de las condiciones ambientales variables de cada día. Hazlo lo mejor que puedas, aplicando siempre el buen juicio.
Bucea con seguridad,
Drew Richardson
CEO y Presidente de PADI
