De jóvenes, muchos de nosotros imaginábamos tener superpoderes – habilidades que nos hacían extraordinarios – para poder ser mejores personas y poder hacer más por los demás. Aunque tener superpoderes pueda parecer pura fantasía, cuando nos fijamos en el buceo descubrimos que éste hace realidad esos sueños.
Superpoder – Transformación Personal
El escritor estadounidense Jack London escribió: “La función propia de un ser humano es vivir, no existir.» Hay tanto por vivir unido a la experiencia del buceo. Como buceadores, nos transformamos y conectamos con propósitos más profundos. Anhelamos compartir la experiencia y los objetivos con los demás. El buceo es un reflejo de nuestro verdadero yo nuestro amor por el encuentro con lo salvaje y la participación en la naturaleza. A diferencia de la mayor parte del mundo, tenemos una visión del círculo de la vida bajo el agua, de su asombrosa belleza y de su incomparable esplendor. Observamos a sus habitantes como ellos nos observan a nosotros y esperamos que nos acepten.
Superpoder – Crecimiento Personal a través de la Exploración
Somos los pocos afortunados que, impulsados por una curiosidad primordial y una sed de explorar, nos sumergimos en el mar. Pero el buceo hace más que eso: Toma espíritus y almas dañados y saca lo mejor de nosotros. Dado que el buceo es a la vez un gran equilibrador y un maestro, nos recompensa al descubrir lugares, gentes y culturas nuevos y mágicos, al tiempo que escapamos de la congestión de la humanidad. El agua nos convoca a través de todos nuestros sentidos, desde el brillo de la “hora dorada» hasta el estruendo del oleaje, pasando por la fragancia de la brisa marina. De este modo, el buceo es un motivo de rebelión y una fuente inagotable de desafío y deleite.
Superpoder – Humildad y Sabiduría Personales
El buceo es humilde. Debido a que dependemos del entrenamiento, las técnicas y el soporte vital para bucear, sentimos nuestra inherente vulnerabilidad. El buceo y la inmersión son sensoriales. Estas tareas nos exigen gestionar los cambios en la presión ambiental, los gases disueltos, las corrientes, la visibilidad, la pérdida de calor, el suministro de gas, la temperatura, la flotabilidad y los demás buceadores – todo ello manteniendo la calma y la concentración mientras abrazamos el espacio interior acuático. Sólo podemos visitarla brevemente, pero esta parte de nuestro planeta nos hace sentir humildes al contemplar cómo continúa su ciclo de 24 horas que nos sustenta. Irónicamente, con 8.000 millones de personas en el planeta industrializado en la actualidad, el futuro del océano nunca ha dependido tanto de nuestras decisiones y acciones para dar prioridad a su supervivencia. La humanidad y el océano son a la vez vulnerables y codependientes. Como buceadores lo entendemos y somos testigos de esta confianza mutua. Eso nos convierte en un grupo afortunado, ya que cada uno es consciente de que puede elegir.
Superpoder – Terapia Personal para Combatir el Trastorno por Déficit de Naturaleza
En 2005, el escritor Richard Louv introdujo el término trastorno por déficit de naturaleza, que describe los costes humanos del distanciamiento de la naturaleza. En un mundo consumido por la tecnología, las redes sociales y las pantallas electrónicas que cada día engullen y definen más la existencia, corremos el riesgo de separarnos físicamente de la naturaleza y de los demás. Algunos estudios sugieren que la media diaria de tiempo frente a una pantalla supera ya las 11 horas, y que las personas que viven en la ciudad lo hacen en interiores hasta un 90% del tiempo. Como buceadores, comprendemos que la naturaleza no está separada de la humanidad. Estamos en el mundo natural y formamos parte de él. El buceo es intrínsecamente terapéutico porque restablece esa conexión inherente y vital con la naturaleza.
Superpoder – Poder Personal y Crecimiento
Comprometerse con la naturaleza a través del buceo nos recuerda que podemos emprender acciones constructivas para un futuro mejor. No nos preocupamos por salvar el mundo; sólo elegimos hacer lo que podemos para salvar una pequeña parte de él. Al amplificar nuestro poder individual y elegir marcar la diferencia, en todo el planeta, la comunidad mundial de buceo hace crecer exponencialmente nuestro poder individual. Los Ocean Torchbearers son una fuerza creciente que puede ampliar exponencialmente el poder de una persona en todo el planeta. Colectivamente, las acciones individuales llevadas a cabo por 1.000 millones de Ocean Torchbearers se multiplican en un cambio oceánico positivo masivo. Esto significa que ninguna acción personal constructiva es insignificante; todos estamos en posición de marcar la diferencia pasando a la acción. Como comunidad, tenemos el poder de poner en marcha fuerzas monumentales y positivas para restaurar y proteger el océano, tanto a escala local como internacional. La diáspora cultural PADI es, por definición, un gigante; somos una fuerza para el bien.
Superpoder – Inspiración Personal
El buceo nos inspira a buscar aventuras, a explorar y a cuidar la salud de los océanos. Es nuestra historia de amor, que todos tenemos la opción de compartir. Buceamos porque nos encanta hacerlo – nos encanta el entorno subacuático y nos encanta que el buceo devuelva generosamente más de lo que recibe. Estos amores son auténticos, por lo que nos inspiran a compartir el buceo, a compartir nuestro amor por la protección del océano y a compartir cómo nos hace mejores personas.
El buceo saca lo mejor de nosotros mismos. Sus superpoderes transforman a cada uno de nosotros, permitiéndonos hacer más y compartir más.
Atentamente,
Drew Richardson
CEO y Presidente de PADI
