Tenemos muy poco control sobre la mayoría de las cosas que nos bombardean y nos afectan. No podemos controlar el clima, la geopolítica, la economía, las condiciones de buceo o si la próxima persona que conozcamos va a ser grosera o simpática. No podemos reescribir nuestro pasado sino solo controlar lo que hacemos hoy mientras planeamos para el futuro. Todas estas cosas (y muchas otras) importan en la vida, pero la mayoría están fuera de nuestro control. Esto puede aumentar la ansiedad, el estrés y las frustraciones si no se controla.

Afortunadamente, hay más que esto. Aunque no podemos controlar lo que el mundo nos depara, podemos controlar absolutamente cómo respondemos a ello. Elegimos estar tranquilos o no ante la adversidad. Elegimos ver algo como una oportunidad o como un obstáculo. Elegimos cómo tratamos a los demás en medio de lo que sucede a nuestro al rededor. Elegimos comportarnos basándonos en el pensamiento y no en el sentimiento.

Nuestras elecciones determinan en gran medida lo que ocurrirá después, ya que influyen en quién y qué ocurre a nuestro alrededor – y eso marca la diferencia. La actitud que aportamos a la vida es nuestro superpoder de control. En otras palabras, poner energía en cosas que no podemos controlar no es productivo, pero es muy productivo ponerla en las cosas que sí podemos controlar, y éstas son principalmente nuestro pensamiento y nosotros mismos.

Aplicando esto al espacio del buceo, no podemos controlar si el estado del mar hará que el buceo sea peligroso, si un alumno potencial tiene un riesgo de salud oculto o si el chaleco de alguien fallará en alguna una inmersión. Pero podemos optar por anteponer la seguridad del buceador evaluando las condiciones, utilizando el Informe Médico del Buceador, realizando comprobaciones de seguridad preinmersión y actuando en función de ello. Si de todos modos ocurriera algo, deberíamos elegir estar preparados con el equipo de emergencia, el entrenamiento y la preparación adecuados.

Del mismo modo, no podemos controlar la presión sobre el entorno marino ni la contaminación por residuos, pero podemos elegir ser responsables con el medio ambiente. Podemos elegir enseñar y fomentar prácticas ecológicas y animar a los buceadores a transmitirlas y organizar eventos de PADI AWARE Dive Against Debris®. La historia demuestra que muchas personas que juntas toman decisiones unidas como éstas pueden producir grandes cambios – aunque individualmente ninguno de nosotros controle gran cosa.

Tu operación de buceo demuestra el mismo principio: las tiendas de buceo han cerrado en medio de economías sanas y robustas al no enfocarse en lo que pueden controlar, mientras que otras han prosperado y crecido durante declives económicos porque sí lo hicieron. Puedes elegir ofrecer a tus clientes experiencias extraordinarias tratándolos como personas. Puedes elegir no tener nunca un mal día que los clientes puedan ver, aunque lo tengas. Puedes optar por hacer evolucionar tus prácticas en función de las tendencias e intereses cambiantes del mercado.

Intento vivir mi vida como se muestra en este sencillo gráfico – y puede que tú también le encuentres una sencilla utilidad aplicable a tu vida. Hay muchas cosas que importan que no podemos controlar y muchas cosas que no importan; centrarse en las que sí importan y que puedes controlar es empoderante.

Sketch showing two circles, the things that matter and the things you can control, with the intersection labelled "what you should focus on"

Es empoderador tomar buenas decisiones sobre lo que puedes controlar – tu salud, tu positividad, tus responsabilidades y tu atención a los que te rodean. Porque éstos no sólo determinan en última instancia la seguridad del buceador, la salud del océano y el éxito empresarial, sino también la felicidad general, los logros y el legado de la vida.

Atentamente,

Drew Richardson
CEO y Presidente de PADI


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